Fabricadas en una sola pieza. Forjadas en aceros especiales. La diferencia de espesores dada en la hoja (desde arriba hacia abajo) permite el autoafilado de la pala. Templadas y revenidas en hornos automáticos, logrando una óptima flexibilidad y dureza. Cabos cortos fabricados en Guayaibí o Guatambú con empuñadura de chapa.